jueves, 24 de noviembre de 2011

El Vaivén de lo que llamamos Yo

El vaiven del Yo, la puerta que abre y cierra al "mundo interior" y " al mundo exterior, o estar consciente del movimiento (inhalar y exhalar) . Este Yo  se mueve con la mente grande, con la conciencia colectiva y con la intencion universal, pero el yo con el que funcionamos a diario  es con el pequeño yo personal, dual, el del  bueno y malo y generalmente, nos inclinamos a ser unilaterales; porque eso de bien y mal existe sólo en la mente del pequeño yo, que dice: "esto está bien"  "esto está mal". ¡En vez de decir mal debemos decir "no hacer"! ¡ No juzgar, no dividir! o inclinarnos a esto es lo que es. Es un cambio de la mente en su modo de manifestarse. Guao.


Leyendo este libro  "mente Zen, la mente de un principiante" de Shunryu Suzuki, tomo conciencia del valor de mover las puertas del vaivén, dice: Lo que solemos llamar el yo no es más que una especie de puerta de vaivén que se mueve cuando inhalamos y cuando exhalamos. Al inhalar, el aire penetra en el mundo interior. Al exhalar, el aire sale al mundo exterior,  en realidad, sólo hay un mundo único.
Pues nuestra mente crea lo que imaginamos que es de fuera y lo que percibimos en en nuestro interior. Lo que llamamos el mundo externo, de afuera ha surgido de nuestra mente, todos los seres  construimos un mundo exterior, la dificultad estriba en que al mundo interior en donde habita  las leyes de la naturaleza y el orden universal, junto a una especial alegría, le damos muy poco valor, cuando no están en equilibrio ambos mundos, surge la enfermedad , el dolor y el sufrimiento.
La cuestion es  vivir el momento sin dualidad, en contadas ocaciones o muy pocas veces dejamos de expresarnos de forma unilateral.
Así pues,  hemos de estar consciente de la dualidad de nuestros pensamientos y actos, te inivito a que des el salto cuántico y experimente la no dualidad,  el no hacer, por ej. en esos momentos de disparidiad emocional  procura estarte quieto/a, concentrarnos en la respiración y en convertimos en una puerta de vaivén.



un cuento Zen, enriquece la mirada de la mujer que está en su mundo interior: Desnudo el pecho y descalzo entra. El hombre en el mercado. Está cubierto De barro y polvo, pero ¡como sonríe! Sin recurrir a poderes místicos hace florecer, en un momento,Los árboles marchitos.

La importancia de crecer y estar en contacato con el interior es que  ha permitido a Eckhart ser Eckhart, a Proclo ser Proclo y a Dionisio ser Dionisio, y, en definitiva, a todos nosotros ser aquello que somos, y  alcanzar lo que uno ya es.  ¿cómo lo vas averiguar?  entrando en la puerta del vaivén, o en  el camino de la búsqueda  hacia dentro del "yo": inhalar y exhalar. A la vez,
que vives, al menos 10m al dia en silencio, es condición sine qua non para acceder al mundo interno.

animo. buen dia




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